Yurisekai Capitulo 1.
La ángel burócrata y el nuevo mundo.

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(Versión corregida y dividida por capitulos de mi novela corta Yurisekai)

Mañana del 5 de agosto, salí como todos los fines de semana para correr un poco. A punto de cruzar la calle, una mujer con la mirada en su celular estaba a punto de ser embestida por un camión de carga. No sé qué pensé, de hecho, no lo hice, mi cuerpo reaccionó solo. Salté para empujarla y luego de eso... solo oscuridad. Supongo que ahora estoy muerta, al menos hice una bueno acción en la vida.

—Oye... Levántate ¡Despierta!

Me despierto en el suelo de una especie de salón antiguo, frente a mí, una mujer de cabello castaño, piel morena, ropa que semejanza a una secretaria de los años 60's y lentes enormes, parada tendiéndome la mano. La tomo y me levanto, doy un vistazo a aquel lugar, parece un salón antiguo,  por las ventanas se alcanzan a ver las estrellas y el suelo parece resplandecer por sí solo. La mujer camina detrás de su escritorio y saca algunos papeles. 

—Yukio Ichigo ¿verdad? No tengo todo tu tiempo. Estás muerta, esto es el intermedio entre el cielo, y el infierno bla bla bla...

—Así que... ¿de verdad morí?

—¿No me oíste? Muerta, por completo. Tu cuerpo está allá en la Tierra, luego de ser lanzado por un camión y aplastado por un auto, te mostraría, pero...

—Prefiero no ver —supongo que no es momento de arrepentirme por todo lo que nunca hice, solo que... al menos me hubiera gustado volver a ver a mi familia una última vez. Aunque, puedo estar más tranquila al pensar que mi última acción fue algo bueno— ¿y la mujer a la que empujé? ¿Está bien?

—Ella está perfecta, pero gracias a tu accidente llegó tarde al trabajo. Oye, no tengo todo tu tiempo, según las reglas, puedes ir al cielo o reaparecer en otro mundo, por lo que dice tu expediente preferirías la segunda ¿tengo razón? También está la opción de reencarnar como un animal.

—¿Qué, de verdad puedo ir a otro mundo? Así que todos esos mangas estaban en lo correcto. ¡No puedo creerlo! ¡Acepto ir a otro mundo! Gracias.

—Si, eso pensé, daté prisa y párate en el círculo. 

¿Qué le pasa a esta mujer? Creí que al morir me encontraría con una diosa hermosa de cabello azul, no con una burócrata malhumorada.

— Oye... ¿eres una clase de diosa?

—Ja, ya quisiera, soy Cerina, una especie de intermediaria entre mundos, digamos un ángel. Recibo el expediente de los humanos y los mando a su próxima vida. Aquí tengo el tuyo: Yukio Ichigo,  19 años, soltera, virgen, amante de las historias de fantasía, sin algún propósito real en vida. Personas como tú, las envío directo al infierno, desperdician su vida fantaseando y huyen de la realidad en vez de enfrentarla. Pero, al dar tu vida por la de alguien más, estoy obligada a darte buenas opciones. ¿Ya decidiste cuál clase de mundo prefieres?

Que dolor de cabeza es esta ángel, pero, en cierta forma creo que tiene algo de razón, además debe ser un trabajo agotador.

—Quisiera un mundo al estilo victoriano, como esos juegos donde debes elegir entre varios hombres y vencer a los celos de...

—No queda nada así, no para alguien con tus preferencias. Hay un mundo medieval con magia, bastante populares entre japoneses, en este podrás conocer varias mujeres.

—No soy fan de los isekai, realmente, solo leí un par de... ¿cuáles preferencias? No me gustan las mujeres. Acepto el mundo medieval, pero quisiera conocer chicos apuestos.

—Ja, claro. Listo el portal 446435, pueblo de aventureros Arlaigniaturme, nación de Granfitia, según la magia de ese mundo, te otorgo la habilidad "Flechazo a las damas", mucha suerte.

—¿Eh?

—Mantén manos y piernas dentro del círculo bla, bla, disfruta tu nueva vida en tu nuevo mundo. Adiós.

—¡No, espera, esperaaaaaaaaa!

Una especie de círculo mágico en el suelo se ilumina a mi alrededor, en menos de lo que mi mente termina de procesarlo, aparezco bajo un puente de piedra a orillas de un río. Froto mis ojos y sacudo la cabeza, de verdad estoy en otro mundo. Se siente como en un sueño. Aunque acepté rápido que ya había muerto, no me puedo creer que de verdad me encuentre en un lugar completamente distinto. Mi sudadera y shorts deportivos llamarán mucho la atención, aunque al salir del puente un par de personas voltean, nadie parece extrañado. Miro mi reflejo en el agua, cabello negro hasta los hombros, ojos cafés y un pequeño lunar bajo la mejilla, no hay duda, sigo siendo yo misma, hubiera sido bastante extraño reencarnar en un cuerpo distinto.

Camino por la calle empedrada, el lugar se parece al típico mundo de fantasía de los mangas y animes isekai, incluso alcanzo a ver una muralla alrededor. Aunque el género no era mi favorito, no me molesta, es un nuevo comienzo, puedo olvidarme de mi vida como estudiante promedio, ¡hola mundo de aventuras! 

Camino como niña, volteando boquiabierta hacia todos lados. las casas son blancas, con techos rojos. La gente no parece sorprenderse con mi apariencia, todos caminan en mitad de la calle y solo ocasionalmente se atraviesa una carreta tirada por caballos. 

Según los mangas que he leído y algunos juegos, debería dirigirme al Gremio donde están los aventureros, pero no tengo ni idea de a dónde ir. Debería preguntar, pero no creo que hablen japonés en este lugar, aunque... los letreros de los negocios y nombres de las calles los entiendo sin problema, a pesar de jamás haber visto ese idioma o esas letras. 

—Ho... la... —me dirijo a un hombre que está afuera de una panadería.

—Hola jovencita. 

Ahh, entiendo completamente lo que dice, aunque jamás escuché este idioma, lo entiendo. Incluso de mi boca salen palabras que nunca antes pronuncié.

—Qui... quisiera saber... dónde está... el Gremio de aventureros —siento que hablo como tonta, pero estoy tan emocionada y es tan raro pronunciar un lenguaje nuevo con tanta facilidad.

—Claro jovencita. Por allá, siga el río hasta ese puente y luego dos calles al este. 

—Mu... muchas gracias. 

Sigo las instrucciones, intentando evitar distraerme para no pasar de largo. Al fin, llego hasta el Gremio de aventureros. Según mi conocimiento sobre estos mundos de fantasía, debo aceptar alguna misión sencilla para poder comenzar desde cero. Bien... ¡aquí voy!

 

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