#YURIORIGINAL2023 "¿Esta mal tener fetiches raros? Claro que no..."

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Nada relevante, no diré mucho sobre este one-shot para no estropear la parte final, aunque no quedó como realmente me gustaría que hubiera quedado.

En la tranquilidad de los pasillos del segundo piso de una extensa mansión.

En una de los tantos cuartos yacía una mujer acostada en una amplia cama, durmiendo pacíficamente iluminada por una vela y los ocasionales truenos que se podían ver en la gran ventana del cuarto.

Vistiendo solo con un camisón de seda con detalles lavanda, tiene una cara pacífica donde caen puntas de cabello verde manzana por su rostro y las almohadas terminando hasta la cintura de su pequeño cuerpo con puntas color verde aguamarina.

Un fuerte trueno rompió el pacífico sueño de la mujer, con un grito ahogado se despertó de golpe con unos ojos verdes tóxicos asustados.

—-------primera persona—------

Lo primero que note al abrir los ojos bruscamente por el fuerte sonido fue lo grande que era la superficie sobre la que estaba acostada, una cama seguramente, una cama que no es mía porque no tengo el dinero suficiente para comprar algo de esta magnitud.

O entraron a mi departamento con esta cama y me acostaron sobre esta o me secuestraron, seguramente sea la segunda opción por lo que mis ojos ven alrededor del cuarto poco a poco que se van acostumbrando a la poca luz que hay.

También noto que la poca luz que hay, aparte de la gran ventana con los truenos afuera, viene de una pequeña lámpara de vela a mi derecha puesta sobre una elegante mesita de noche de madera, viéndola más de cerca parece bellamente tallada con forma de flores, se ve muy caro si me preguntas a mí.

A medida que mis ojos se acostumbran a la poca luz noto más detalles del cuarto que ahora veo es enorme, lleno de muchos muebles que parecen realmente caros, con adornos de plata y reflejos de… ¿Oro?, espero que no sea oro, porque si mi secuestrador tiene este tipo de decoraciones debe de estar lleno de dinero, dinero suficiente para silenciar a cualquiera que intentara buscarme.

Bien, suficiente información de mi entorno, hora de moverme, cuando empiezo a mover mis piernas y manos notó el suave camisón violeta ¿o lavanda?, que tengo puesto, ugh no quiero pensar que me haya visto desnuda, pero seguramente lo hizo para poder ponérmelo, mejor no pensar en eso.

Intentando agarrar la lámpara de vela de la mesita mientras intento ponerme de pie, pero rápidamente me doy cuenta de que no puedo por el mareo que me agarra al ponerme de pie, eso es raro no recuerdo haber tomado nada, algo me dice que seguramente sea la droga que me dieron para dormirme y llevarme a este lugar, si, seguramente sea eso.

Al estabilizarme rápidamente noto la diferencia de altura de los muebles y mi cuerpo, eso es raro, a no ser que el dueño sea un bastante alto es bastante raro tener muebles más altos de lo normal, aunque podría tener una respuesta para esto espero no tener razón, no me gusta nada la idea sobre lo que está pasando con mi situación.

Doy unos pasos para acercarme a la lámpara, estirando la mano derecha rápidamente la agarró de la manija, la acerca a mi rostro y veo que queda la mitad de esta, viéndola bien parece antigua, como esos candeleros antiguos de los aristócratas de la edad media.

Ugh, esto está reforzando aún más mi teoría sobre mi situación, una última prueba para ver si estoy en lo correcto o no, rápidamente tocó mi cabello y arrastró un mechón de este frente a mi cara.

Me quedo parada mirando fijamente durante diez segundos el mechón de caballero color verde con puntas aguamarina que claramente no recuerdo haberme teñido.

Suspirando con resignación acepto rápidamente que acabo de ser reencarnada como esas historias de mierda donde una mujer se reencarna como una noble en un mundo de aristócratas y todos los nobles de clase alta y los príncipes se enamoran de ella perdidamente.

Mejor me pongo a explorar fuera del cuarto y buscar una sirvienta, agarrando suavemente el pomo de la puerta, notando ahora las pequeñas y blancas que son mis nuevas manos abro con resignación la puerta.

Noto rápidamente el silencio que hay afuera con el único sonido de las gotas de agua cayendo sobre las ventanas y unos sonidos raros de arrastre de vez en cuando muy lejos, mirando para ambos lados decidiendo para donde ir doy un paso para ir por la derecha donde parece haber más luz que la parte izquierda que parece realmente oscuro pero no del todo por la tenue luz de las ventanas.

Aunque rápidamente no doy más de tres pasos antes que caiga fuertemente al suelo junto al candelero por algo que me agarro de la pierna, mirando para abajo noto rápidamente una figura humanoide

Rápidamente me recompongo al darme cuenta de que intenta morderme el tobillo e intento sacarlo lográndolo, alejándome unos pasos lejos de la mujer, aunque rápidamente me doy cuenta de que esa piel tan pálida no es normal que su ropa, un traje de sirvienta, este tan roto, como tampoco es malditamente normal que su piel o la falta de ella en algunas partes se le pueda ver la carne y por extensión partes de los huesos.

Rápidamente una teoría se forma en mi cabeza y quiero maldecir al Dios que me reencarno en este mundo, en un nuevo cuerpo que no estoy del todo acostumbrada por la altura, donde aparentemente está en la edad medía y sobre todo en un mundo donde existen los zombis.

Me pongo rápidamente de pie luego de arrastrarse lejos del zombi, me doy media vuelta para posicionarme para empezar a correr, pero me detengo antes de empezar a correr.

Girando lentamente mi cabeza hasta mirar a la mujer zombi que se arrastra poco a poco a mí, sonrió débilmente, seguramente no me digan nada si hago eso ¿verdad?, esta es la edad media, no el mundo moderno de donde vengo.

Girando completamente mi cuerpo me dirijo a la hermosa mujer, me agacho cerca de ella agarrando rápidamente su única mano con la que me derribó y con la otra su cara evitando que me muerda, aunque difícilmente esto último podría pasar por la falta de dientes en su mandíbula. 

“Sabes, nunca se me ocurriría hacer esto en mi mundo porque me podrían tachar de rara, pero, eres hermosa, siempre tuve una atracción para las mujeres zombis y aunque débilmente. También tengo un fetiche con las sirvientas, ¿qué dices me ayudarías y te casarías conmigo?” digo suavemente y con una sonrisa formándose poco a poco, si, seguramente no sea tan malo que haya reencarnado acá, qué más podría pedir que poder satisfacer mis fetiches en un mundo nuevo donde no existen las reglas de mi anterior mundo, donde puedo libremente vivir mi vida con esta hermosa chica zombi.

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